Según el último informe de Unicef se estima que unos 140 millones de niños no podrán volver aún a clase este próximo curso por la COVID-19.
¿Cómo es posible que los gobiernos no reaccionen y prioricen el acceso a la educación? Ya no solamente por lo que supone el primer día de colegio para un niño, la ilusión, los nervios de la noche anterior, el reencuentro con los amigos, con su nuevo profesor, etc; sino lo más importante… el comienzo de la escuela a los 6 años marca las bases del aprendizaje futuro a través de la introducción a la lectura, la escritura y las matemáticas.
Para muchos niños y niñas la educación va a quedar interrumpida por segundo año consecutivo, esto puede traer como consecuencia un mayor riesgo de abandono escolar, sobre todo en las primeras etapas, que son las más decisivas del desarrollo.
A pesar de conocer que se están tomando medidas para ofrecer educación a distancia, un 29% de los estudiantes de educación primaria no están recibiendo ninguna ayuda. La pandemia está generando una brecha en educación cada vez mayor. La educación es un derecho fundamental de todas las personas, y así está recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Artículo 26).
La educación es el motor que ayuda a reducir la pobreza, promueve la igualdad de oportunidades y reduce la desigualdad social. Resulta paradógico que se esté luchando por una educación “equitativa, inclusiva y de calidad”, tal y como se afirma en 4º Objetivo de desarrollo sostenible de la agenda 2030, y que haya para el próximo curso 140 millones de niños y niñas que no podrán volver a la escuela.
Según la UNESCO, alrededor de 775 millones de personas adultas en el mundo carecen de conocimientos mínimos de lectura, cálculo y escritura. El conocimiento es una puerta que conduce al desarrollo, los países que ofrecen a sus ciudadanos mayor acceso a la educación alcanzan un nivel de progreso mayor, porque preparan a sus ciudadanos para las responsabilidades y trabajos del futuro, porque ayudan al crecimiento económico y a una mejor calidad de vida.
La tarea fundamental de la educación es preparar para la vida, y esto implica preparar al ser humano. Recordemos que la educación es el motor indispensable para el crecimiento y desarrollo de cualquier sociedad.
No dejemos que ningún niño o niña se quede atrás…